La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP)
comenzó a negociar con su par panameña para alcanzar un acuerdo de intercambio
de información tributaria, con el objetivo de evitar que empresas locales
busquen radicarse en ese país porque tiene controles tributarios más
"laxos".
"Ya hubo una reunión productiva y estamos confiados en
que se podrá avanzar; hay bastante presión internacional para que Panamá firme
convenios", aseguraron fuentes del organismo recaudador en declaraciones
al diario La Nación.
Luego de que Argentina y Uruguay firmaron un acuerdo de
intercambio de información, diferentes empresas locales empezaron a estudiar la
posibilidad de saltear esos controles a través de Panamá, por lo que la AFIP
empezó a trabajar en el cierre de un acuerdo similar con ese país.
Mientras tanto, Ricardo Echegaray, titular de la AFIP,
firmará en China el próximo lunes un convenio de intercambio de datos
aduaneros. Hace dos años se había firmado con ese país un convenio de
intercambio de información impositiva, por lo que ahora Echegaray y Guillermo
Michel, subdirector general de Coordinación Técnica Institucional de la AFIP,
firmarán un complemento en Pekín y en Hong Kong la semana próxima.
Por otro lado, una vez que rija el acuerdo con Uruguay tras
la notificación que realice la Cancillería, el primer sector sobre el que se
pedirán informes será el de las cerealeras que operan en las zonas francas
uruguayas, sobre las que se sospecha que realizan operaciones de
"triangulación" para evadir el pago de impuestos.
Y luego se pedirían informes sobre propiedades y cuentas
bancarias.
Otro de los países con los que la AFIP pretende cerrar un
convenio es Suiza, con el que sí se firmó un nuevo acuerdo para evitar la doble
imposición, pero no de intercambio informativo.
Pero diplomáticos de Suiza habrían ofrecido rubricar un
"acuerdo Rubick", con el que se mantendría el anonimato de los
inversores, pero se le pagaría a cambio a Argentina un monto por el total de
esas cuentas, en forma anual. El dinero surge de un impuesto que se les cobra a
los ahorristas, dispuestos a pagarlo a cambio de mantener sus fondos en esa
plaza financiera.
Suiza ya firmó convenios de ese tipo con Gran Bretaña,
Austria y Alemania, en donde se produjo un debate político por considerárselo
un "blanqueo fiscal".
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